viernes, 5 de noviembre de 2010

Haciendo el ridículo

Cuando uno se rinde a lo inevitable y ve las cosas con distancia suficiente se da cuenta de que no es que nuestras instituciones estén siendo sumisas con el tema de la visita del Papa es que están siendo ¡pelotas!; los pelotas desde siempre han caído en el ridículo y eso nos pasa a cada rato desde que decidimos que a Santiago no la va a conocer ni la madre que la parió cuando venga Benedicto, anécdotas tenéis a cascoporro en el especial de Nacho Mirás para La Voz de Galicia pero la de poner la estatua en las proximidades de un centro comercial en construcción es un poco el reflejo del mundo en que vivimos; han creado una alegoría perfecta de la visita al situar la imagen del pontífice a la entrada de un lugar de consumismo a medio construir, es como una performance en la que se muestra el camino al que nos lleva la alegría con la que nuestros gobernantes tiran nuestro dinero y que alguien, como cuenta Nacho, le encuentre parecido a la estatua con Arsenio Iglesias no hace más que añadir la guinda de futbol imprescindible en esta tarta que cocinamos entre todos; por supuesto el escultor, Candido Pazo, haciendo honor a su nombre no ha caído en todo esto porque si no se hubiera negado a que su obra se expusiera en tan impío futuro lugar.
Ridículo mayor si cabe es la que ha preparado en la Quinta; ayer paseando decidí entrar en la plaza desde Platerías y sentí como si hubieran estrechado el paso cuando al dar la vuelta me encuentro un muro de piedra que antes no estaba, lo curioso es que tenía pinta de llevar allí tanto como la catedral así que no pude evitar ir a meter el dedo en la yaga para comprobar lo que ya sabía: ¡un decorado¡ han puesto un decorado para tapar un puñetero grupo electrógeno y es que ya dicen que salir en televisión engorda y la catedral no podía ser menos.

1 comentario:

Sean MacGregor dijo...

Hola Manel, ya ves el esplendoroso resultado de la visita del
Papa a Santiago (lo mismo para Barcelona)... tanto despliegue, tantos arrelgos, tanto "decorado" para una pasada rápida... creo que con algunas cosas perdemos el norte (uso la 1ª persona porque me guste o no es mi Xunta de Galicia)

Me alegro de leerte con asiduidad tanto en este blog como en el otro.

un saludo