lunes, 14 de febrero de 2011

Bocetos sobre el amor


Y la noche cayó y tu imagen no quería salir de mi cabeza, se aferraba con fuerza a las esquinas de mi cerebro impidiendo que pensara en nada más que no fueras tu; esos ojos esquivos y fugaces, ese halo pasajero que impregnó cada milésima de los 5 segundos en los que te vi; ya nada tuvo sentido desde entonces, de repente deje de saber que hacía en aquella cafetería, ni porque miraba soñoliento por la cristalera en el momento en el que pasaste, ni porque tuviste que detenerte un suspiro para volver del revés mi sentido… desde aquel momento solo vivo para sentarme allí cada mañana y esperar que algún día pases de nuevo


Los años pasan y cada día te veo, te siento, te añoro mientras hablo contigo, te deseo en los pocos metros que nos separan, y ya no se si me duele más la cobardía de no atreverme o el tenerte sin tenerte; me sonríes, me llamas, me regañas, confidencias en el café, cenas de compañeros y más deseo; las noches se me van dibujando escenarios, atrezzo, guiones, y en la mañana con los buenos días, con tus buenos días, todo se recoge en mi interior y el amante invisible se convierte de nuevo en el amigo afable, cobarde y derrotado antes incluso de presentar batalla.


  No te puedo querer si tu amor necesita tanto de mi; no puedo dejar de ser yo para ser el tu que tu deseas, te amo siendo yo pero no puedo dejar de serlo para ser tuyo; me pides, me reclamas, me insistes, me demandas, y yo noto como poco a poco mi yo deja de serlo y ya no se si me duele más perder lo que tantos años me llevó construir o perderte para mantenerlo; te amo pero aunque quisiera no podría quererte más que a mi vida, si lo hiciera dejaría de ser yo y entonces... me dejarías.


Una noche más me susurras al oído, tu voz me llena y me acurruco alejándome poco a poco del mundo hostil que cada día me atrapa; mi imaginación vuela y contigo recorro los paisajes que dibujan tus canciones, las palabras me abrazan y el calor me inunda, poco a poco cierro los ojos y el sueño se confunde con la realidad; ya por la mañana la radio yace apagada a la espera de que al anochecer de nuevo, al encenderla, vengas a mi

2 comentarios:

la vieja dijo...

ejem!!!!

Lindeiros dijo...

ejem ¿que?
a mi concretame que si no me despisto