Hacía tiempo que quería
recuperar este blog, de opinión personal e intransferible pero si compartible,
y una frase escuchada al vuelo me parece un motivo perfecto.
Como muchos sabéis ayer
se conoció el archivo de las diligencias abiertas con el concejal Jorge Duarte
pero este post no va de esa cuestión, va sobre el papel de los medios en este
tipo de cuestiones. Al final de la rueda de prensa de Martiño Noriega y Jorge
Duarte un periodista comenta a sus compañeros
"que cara tenía Duarte, pensé que le abrían
juicio, ya tenía preparado el teléfono para llamar"
esto que puede parecer un
simple cotilleo demuestra como la profesión ha asumido que es noticia una
condena pero no lo es, al menos no en la misma medida, una absolución o, como
en este caso, un archivo.
Durante los últimos meses
hemos escuchado de todo en torno a la presunta prevaricación, el titular más
llamativo y uno de los más repetidos "primer imputado de La Marea".
Como dije este post no va de la cuestión en si misma pero, para mi, es evidente
que si un tema lleva meses en los medios de comunicación, con posiciones
claramente enfrentadas, su resolución en un sentido o en otro es noticia y lo
es en la misma medida.
La desafortunada frase denota que esto no se
cumple, que si se hubiera abierto juicio a Duarte hoy se llevaría todas las
portadas y sin embargo se esconde la noticia o, lo que es incluso peor, se
cuenta de forma que parece que le hayan hecho un favor. Es llamativo el titular
de El Correo "Respira Jorge Duarte con el archivo provisional de la causa
por trato de favor a varios pubs Compostelanos", destacamos que la causa
es provisional y damos por hecho que hubo trato de favor obviando un necesario
"presunto" y por si no queda claro empezamos con un
"respira"... no, esto no es periodismo.
La línea editorial está
en el ADN del periodismo desde que en el XIX los empresarios vieron el
potencial de la prensa escrita y apoyaron la difusión de medios que, de una u
otra forma, apoyaban sus causas. Con el paso de los años y la evolución de la
profesión creo que, en la inmensa mayoría de los casos, se puede distinguir lo
que debe ser información de opinión. En el ejemplo del Correo Gallego yo
entiendo que no sea la noticia de apertura, que si se quiere se "esconda
en la portada" pero el titular debe de ser objetivo, informativo. Luego,
si se desea, se escribe un editorial en el que la empresa deja claro que la
sentencia les parece que no es justa o que directamente, después del esfuerzo
de meses de acoso, es una putada para el medio.
La frase del periodista
en la sala de prensa puede parecer una anécdota pero demuestra lo alejadas que
están las redacciones de la objetividad, no a la hora de escribir las noticias,
a la hora de darles importancia lo que es aun peor.
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