Me he dado cuenta de que cuanto más ocupada está una persona, o al menos ella piensa que lo está, más se convence de que los que lo rodean deben de esforzarse por mantener la relación con ella. El ocupado vive en una burbuja que justifica todos sus desplantes y sirve de argumento y excusa ante cualquier queja de desinterés; no te llamo por que estuve liado, no tengo tiempo de pasar por ahi por qué ando liado, tenia pensado llamarte para comer pero... me lié. Todos hemos estado "liados" en alguna ocasión o nos hemos excusado con esas frases pero la realidad es que una llamada, un cafe a toda prisa que sabe larguísimo, un correo electrónico o una nota en el msn no nos ocupan más de unos pocos minutos y suponen la diferencia entre los que estan/estamos dispuestos a dar y los que tan solo pueden recibir por que está liados.
Nada en las relaciones es blanco o negro, los grises predominan como en una buena fotografía y por ello la virtud está en no dejar de dar en alguna ocasión para recordar al menos que dichas relaciones son cosa de dos.
En todas las relaciones siempre hay quien da más y a mi no me importa hacer ese papel, pero que no me lo impongan por qué entoncés me negaré; no se trata de dar más que el otro se trata de dar lo que se pueda.
Os dejo una delicia de canción en una versión increible, Sting en directo y su "Inglés en Nueva York".
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